Posted by Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo[a] aquel día. Juan 5:8-9
¡Estas palabras fueron dirigidas a un hombre que había estado enfermo por 38 años! Su camilla le había estado cargando, y ahora Jesús le está diciendo que cargue con su camilla.
Y es que la clave que hoy quiero compartir con usted se encuentra en el versículo de hoy. Ésta es obedecer lo que el Señor le dice. No debemos poner sobre la orden nuestro entendimiento humano para ver si tiene sentido o no—¡Sólo debemos obedecer!
Para un hombre que ha sido cargado por su camilla durante 38 años, levantarse y cargar con su camilla debió haber sido algo fuera de razón. Sin embargo, en el momento en el que comenzó a obedecer, nueva vida y nuevas fuerzas comenzaron a fluir en sus extremidades previamente paralizadas.
Escuche la instrucciones de Dios en su corazón. Búsquelas en Su Palabra. No hay fe sin acción. Habrá algo que Dios requerirá que haga para poder soltar o expresar su fe.
Puede que tenga sentido para usted—o pueda que no, pero al final lo importante, es con fidelidad, seguir el camino que Nuestro Padre Celestial nos ha trazado, parafraseando María, la madre de Jesús: Hacer lo que Él Señor nos ordene que será siempre lo mejor. (Juan 2:5).
Después de haber estado pastoreando la misma iglesia por varias décadas, he observado que muchas personas continúan atascadas en sus problemas. No porque el Señor no les haya hablado sino porque, aunque sí les ha hablado, ellos no han obedecido.
Si hay algo que no ha obedecido en su vida, póngase manos a la obra y haga lo que el Señor le ha dicho. Es la única manera de liberarse.