Posted by “Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca.” (Éxodo 13:17)
¿Por qué no? Porque el pueblo necesitaba disciplina y formación como nación. Habrían sido destruidos por Filistea, pero al pasar por el desierto fueron entrenados poco a poco para la gran tarea que los esperaba al final de su viaje. Dios, que escogió la ruta, también escogió al líder. Dios, que disciplinó al pueblo, también disciplinó al hombre que los conducía.
La historia y la experiencia parecen señalar el hecho de que el camino que Diostiene para nosotros, por lo general no es una senda recta, ¡sino una senda zigzagueante!
¡El camino indirecto tal vez sea el más corto!
Sobre los montes Apeninos, en Italia, hay un ferrocarril prodigioso. Se atraviesan cuarenta y tres túneles en menos de cien kilómetros. Tiene vistas magníficas, pero cada cuantos minutos, ¡aparece un túnel! La vía se construyó para llevar al viajero a su destino por el camino más corto; cualquiera que se quede en la primera estación sólo porque no le gustaron los túneles y se dirija a las montañas para encontrar otra senda, puede estar casi seguro de perderse y morir de hambre.
¿No podremos nosotros creer lo mismo acerca del camino de Dios? Su camino nos conduce a través de túneles, a menudo largos, pero es el camino mejor y más seguro. Y no hay túneles por todo el camino; ¡en la región de las rocas altas hay unas vistas hermosísimas! Hay lugares tan llenos de belleza, que dominan tales panoramas de misericordia y de amor, que debiéramos poder aceptar los intervalos de oscuridad.
No tema el camino tortuoso si Dios lo conduce a él.
¡Viaje por el camino que Él le señale!
Dios lleva a cabo su voluntad en la vida de los hombres sólo al llevarlos por el camino de Él.
Simplemente seguir a Dios es la verdadera filosofía de la vida.