Reflexión #231: Gritos Vacíos

Posted by

“Ciertamente Dios no oirá la vanidad, ni la mirará el Omnipotente. ¿Cuánto menos
cuando dices que no haces caso de Él? La causa está delante de Él; por tanto,
aguárdale.”
(Job 35:13-14)

Los gritos vacíos son los gritos de duda. Un clamor religioso. Vanas repeti-
ciones. Reclamos sin actitud. Para comunicarse con Dios, el lenguaje es la fe. Aun-
que usted no Lo vea, coloque su causa delante de Él. Si su causa está delante de Él,
entonces espere en Él, y ciertamente será oído. Esa es la simplicidad de la fe. Si su
causa está delante de Él, ¿cuál es la razón de continuar en la desesperación? Solo
hay desesperación si hay duda. Si tiene certeza de que su causa está con el Justo
Juez, no existe ninguna razón para desesperarse.

Dios no le responde a quien clama dudando. No es que Él no quiera, solo que
es imposible comunicarse sin el canal de la fe. El lenguaje de Dios. Cuando sus
dudas están en alza, su fe está en baja. Cuando su fe está en alza, automáti-
camente sus dudas son derribadas. La fe y la duda no pueden ocupar el mismo
espacio.

Para ser respondido, crea. No espere sentir que está creyendo. Usted puede in-
cluso sentir lo contrario. Puede incluso sentir miedo, puede incluso sentir que
duda. Pero decida creer. Ya hablamos sobre eso, pero nunca está de más recor-
darlo: la fe es una decisión consciente, no un sentimiento. Es una revelación dada
a quien tiene sed. La sed es decidir contra lo que siente, contra lo que ve. Confiese
aquello que cree. Manténgase firme en la promesa. Use su razonamiento, no sus
sentimientos. Aférrese a lo que usted decidió, ignore lo que siente. Poco a poco,
notará la fuerza en su espíritu. Esa es la fe. Su causa está delante de Él. Crea. La fe
es lo que le dará firmeza a su clamor.

Si usted está con miedo, duda o desesperación, le falta fe.
No espere sentir, decida creer.