Reflexión #207: Labrada Para Brillar

Posted by

“Me puso por saeta bruñida.” (Isaías 49:2)
“Esquinas labradas como las de un palacio.” (Salmo 144:12)
¡Labrada . . . para brillar!

Estando en Amsterdam, Holanda, el verano pasado — dice un viajero — me
interesó mucho una visita que hicimos a un lugar entonces famoso por pulir
diamantes. Vimos a los hombres haciendo el trabajo. Cuando se encuentra un
diamante, está áspero y oscuro como un guijarro corriente. Toma mucho tiem-
po pulirlo y es un trabajo muy difícil. Un pedazo de metal lo sujeta cerca de la
superficie de una rueda grande que gira continuamente. Sobre esta rueda se
pone polvo de diamante muy fíno porque no existe ninguna otra cosa que sea
lo suficiente dura como para pulir el diamante. Este trabajo continúa durante
meses y algunas veces durante años antes de llegar a su fin. Si el diamante está
destinado a un rey, entonces se le dedica más tiempo y trabajo.”

¡Qué importa que la joya preciosa se rasgue y se corte hasta que sus quilates
se reduzcan diez veces! Cuando se termine de labrar y de pulir brillará con mil
destellos de luz reflejada ¡El valor de cada quilate se multiplicará cien veces el
proceso de reducción y la amenaza de destrucción!

¡Esperemos su tiempo; confiemos en su amor para que “sometida a prueba vues-
tra fe . . . sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesu-
cristo.”

“Las joyas más excepcionales soportan el esmerilar más severo: Somos la hechura
misma de Dios.”