Posted by “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes,
porque el SEÑOR, tu Dios, estará contigo en dondequiera que vayas.”
(Josué 1:9)
Dios mandó que Josué fuese fuerte y valiente. Josué no debía temer, ni des-
mayar, porque el Señor iba a estar con él en todos los lugares y situaciones.
Esta misma orden es dada a todo aquel que se dispone a servirlo. Tan impor-
tante que, tres veces consecutivas, el Señor le ordenó a Josué que fuera fuerte y
valiente. La conquista de la Tierra Prometida exigía firmeza de carácter y de-
terminación. Así también es en los días de hoy.
Vigile sus palabras y sus pensamientos. Vivir reclamando, rezongando, con
pena de sí mismo, no lo llevará a conquistar nada. Dios no hace sociedad con
débiles y cobardes. Él solo cuenta con fuertes y valientes. Definidos en la fe,
determinados en lo que quieren y perseverantes en sus ideales. Esto significa
ser fuerte. Esto es la fe en práctica. Por otra parte, la valentía exige mantenerse
en posición en el frente de batalla, independientemente de las circunstancias.
A pesar de haber sido escogido por el propio Dios para liderar al pueblo,
Josué tenía que obedecer esa orden Divina para ser exitoso. Todo lo que Dios
había prometido dependía de que Josué tuviera fe y valentía. Fe para creer en sí
mismo y, sobre todo, en Dios. Y valentía, para poner esa fe en práctica.
Todo lo que Dios le ha prometido depende de que usted tenga fe y valentía.
La valentía solo viene con la confianza. Si usted no tiene estas características,
esté libre para pedirle a Dios que le dé valentía y que aumente su fe. Y, enton-
ces, actúe.
Dios solo hace sociedad con fuertes y valientes, definidos en la fe,
determinados en lo que quieren y perseverantes en sus ideales. Esto es la fe
en práctica.