Posted by “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.” (Proverbios 16:32)
El tránsito estresante, los niños que no dejan de gritar, el compañero que hizo mal un trabajo, el cliente grosero, el empleado perezoso… lo que no faltan son motivos para enojarse. Por esta razón, la industria gana ríos de dinero con calmantes. Es más fácil tomar una ciudad en la guerra que dominar su propio espíritu.
Sí, su espíritu es capaz de dominarse. Cuando es más fuerte que los deseos del corazón, el espíritu humano es capaz de controlar sus voluntades e impulsos. ¿Cómo mantenerlo más fuerte que el corazón? La respuesta está en una palabra: decisión. Decida no dejarse llevar por el enojo. Decida no ser controlado por el nerviosismo. Decida no ser esclavo de sus impulsos. Decida no ser encadenado por los vicios. Decida no caer en tentación. Decida ser más fuerte que lo que lo ha hecho tropezar.
Fortalezca su espíritu conectándose al Espíritu de Dios. Esta conexión hace que usted tenga fuerzas para vencer lo que sea que parezca ser mayor que usted. Lo que sea demasiado difícil para que lo haga solo, Él lo hará por usted. Un paso suyo, un paso de Dios. Así, el que domina su espíritu, inevitablemente, conquistará cualquier ciudad. Con su espíritu controlado, será mucho más fácil resolver cualquier problema.
Conecte su espíritu al Espíritu de Dios y aprenda a dominar sus impulsos.