Gracias Padre Bueno.
Por los buenos momentos y también por los difíciles. Por las personas que me quieren y también por las que no. Por los errores que he cometido pero me dejaron una enseñanza. Gracias por lo bueno que tengo y por lo que está por venir, pero sobretodo gracias porque nunca me dejas y permaneces a mi lado, aún cuando no lo merezco.