Ilustración: Sed de Dios

Posted by

Un ermitaño estaba meditando cerca de un río cuando un joven lo interrumpió diciendo: “Maestro, deseo convertirme en tu discípulo”. “¿Por qué?” respondió el ermitaño. El joven pensó durante un momento y contestó: “Porque quiero encontrar a Dios”.

El maestro saltó de repente y agarrando al joven por el cogote, lo arrastró al río y metió su cabeza bajo el agua. Después de mantenerlo así durante un minuto, pataleando e intentando liberarse, el maestro finalmente sacó la cabeza del joven de debajo del agua. El muchacho tosió expulsando agua y respiró pesadamente para recuperar el aliento. Después de un rato, cuando se hubo calmado, el maestro habló:

-“Dime, ¿qué es lo que más querías cuando estabas bajo el agua?”

-“¡Aire!” respondió el joven.

“Muy bien” dijo el maestro “Vuelve a casa y regresa a mí cuando desees a Dios tanto como deseabas el aire”.

Jehová está lejos de los impíos; Pero él oye la oración de los justos. (Proverbios 15:29)

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *