Posted by Una vez un granjero encontró un nido de águila abandonado que contenía un huevo aún cálido. Recogió el huevo y se lo llevó a su granja, donde lo dejó en el nido de sus gallinas. El huevo se abrió y el polluelo de águila creció junto a los otros pollitos. Picoteaba por la granja buscando grano. Pasó su vida dentro del recinto y rara vez miró hacia arriba.
Un día cuando ya era muy viejo, levantó su cabeza y vió algo maravilloso – un águila planeando alto, allí arriba en el cielo. Mirándola, la vieja criatura suspiró y se dijo a si misma “Si tan sólo hubiese nacido siendo un águila”.
El potencial que Dios nos ha dado es mayor que nuestras circunstancias, no nos mantengamos ciegos a él, caminemos cada día de la mano del Señor, el camino hacia descubrirlos y aprovecharlos para servirle y glorificarle.
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. (Colosenses 3:23-24)