*haz clic en el video arriba para escuchar este devocional.
“Incline nuestro corazón hacia él, para que andemos en todos sus caminos, y guardemos sus mandamientos y sus estatutos.” (1 Reyes 8:58)
Hace unos meses, recibí un email donde me invitaban a unirme a una comunidad de “personas motivadas”. Busqué la palabra “motivado”, y descubrí que se refiere a alguien determinado a triunfar y a trabajar duro para lograrlo.
¿Es bueno ser una persona motivada? Hay una prueba que nunca falla: “hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31). Piensa en lo que sucedió después del diluvio de la época de Noé. Algunas personas decidieron construir una torre para hacerse famosas y evitar ser esparcidas por el mundo (Génesis 11:4). Su motivación era incorrecta.
En cambio, cuando el rey Salomón dedicó el arca del pacto y el templo recientemente edificado, declaró: “he edificado la casa al nombre del Señor” (1 Reyes 8:20). Después, oró: “Incline nuestro corazón hacia él, para que andemos en todos sus caminos, y guardemos sus mandamientos” (v. 58). Salomón estaba motivado por Dios.
Que sea “perfecto [nuestro] corazón para con el Señor nuestro Dios, andando en sus estatutos y guardando sus mandamientos” (v. 61). Entonces, seremos la clase de hombres y mujeres con una motivación correcta.