Palabras de Jesús:
Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. (Lucas 9:23)
Jesús nos habla al corazón de lo que requiere de aquellos que desean seguirle con verdadera fidelidad y compromiso.
Si leemos atentamente este pasaje podemos encontramos que al menos Tres son las condiciones, veamos:
1 – Primera condición:
Renunciar a uno mismo, esto significa que debemos dejar de lado nuestros proyectos personales para poner en primer lugar lo que Jesús desea materializar en nuestra vida.
2 – Segunda condición
Toma tu cruz cada día, en esta afirmación de Jesús se incluye que vamos a enfrentar oposición, persecución y muchas veces vamos a ser ignorados por la sociedad que vive egoístamente sin Dios. Tomar la cruz es asumir eso: que lucharemos contra la falta de perdón, el egoísmo, la maldad, el materialismo y muchos otros males del mundo de hoy, pero en El Señor, estamos preparados y aptos para librar esa batalla, y sin dudas, salir victoriosos.
3 – Tercera condición:
Seguir a Jesús, con el anuncio de su palabra y una vida que imite sus acciones de liberación.
Siempre nos enfrentaremos en la vida a dos proyectos desafiantes: el Proyecto de Jesús caminando con Él hasta la Gloria y la tentación de seguir el proyecto del mundo con una ilusión de gloria que es efímera y pasajera.
Y es por ello que seguir al Señor en la entrega, el sufrimiento y el servicio es una disciplina diaria, pero con maravillosos beneficios no sólo en esta vida, sino en la eternidad. Tomemos a pecho estas palabras pronunciadas por Jesús, tomemos la cruz y sigámosle
Oración:
Padre amoroso, te entrego mi vida para que de ellas dispongas como mejor creas para servirte y glorificarte, quiero tomar mi cruz como un sacrificio voluntario por el amor infinito y sin condiciones con el que me bendices, y poder decir sin dudar: “Hágase tu voluntad, no la mía”. Dame la humildad y obediencia Padre, para dejarme guíar por Ti en todo lo que diga y haga. En el nombre de Jesús te lo pido, Amén.
Referencias Cruzadas de la Palabra de Cristo de Hoy:
Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará. (Juan 12:26)