Posted by Palabras de Jesús:
¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega. (Juan 4:35)
De regreso de otra campaña, los discípulos se molestan por tener que detenerse en Samaria. A pesar de su cansancio, van a buscar comida para Jesús, pero en lugar de comer, parece que prefiere pasar el tiempo hablando con una mujer junto al pozo. Dice tener un alimento que ellos no conocen: hacer la voluntad del Padre.
¿Qué había visto Jesús en aquella mujer? Él vio a una mujer despertando espiritualmente, mientras que los discípulos sólo vieron un pozo y una mujer samaritana con un cubo en las manos. Jesús quiere que olviden sus prejuicios y abran los ojos para ver las posibilidades de esa hora.
Y nuestros ojos, ¿hacia dónde se dirigen? ¿Sobre los problemas? ¿Sobre los errores de nuestro vecino? ¿Sobre nuestros prejuicios?
Jesús nos exhorta: “Abrid los ojos y ved los campos. Ve a los agraviados, a los enfermos, a las personas que aún no han tenido la oportunidad de escuchar la Palabra de Dios, a las familias que sufren en medio de las guerras, a los musulmanes, a los hindúes, a los budistas…
Y nosotros, ¿prestamos la debida atención a aquellos por los que murió Jesús? ¿Estamos realmente dispuestos a “perder” el tiempo intentando conocer a la otra persona y contarle la buena noticia del Evangelio?
Jesús habló con la mujer, despertó su curiosidad y le comunicó el evangelio.
¿Y si yo fuera esa mujer? ¿Qué haría después de escuchar la maravillosa noticia de Jesús? ¿Guardaría el tesoro recibido sólo para mí o lo compartiría con todos?
La samaritana va a la ciudad y vuelve, pero ahora trayendo una multitud de personas que quieren escuchar a Jesús.
¿Qué tan abiertos están nuestros ojos para ver a las multitudes hambrientas de la Palabra de Dios? ¿Estamos dispuestos a ver las necesidades de Siria, Irak, China, India, Mozambique?
Oración:
Perdónanos, Señor, por la ceguera espiritual en la que a veces podemos caer y que nos impide participar en la gran tarea que nos has encomendado. Abre nuestros ojos para transmitir Tu verdad a nuestros hermanos. Usa nuestras vidas. En el nombre de Jesús, te lo pedimos, Amén.
Referencias Cruzadas de la Palabra de Cristo de Hoy:
Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal. (Mateo 6:34)