Encuentros con Jesús 24 de 365: Vengan a Mi

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Palabras de Jesús:

Y no queréis venir a mí para que tengáis vida. (Juan 5:40)

La gente tiene hambre de justicia. Están cansados de la corrupción y la codicia.

Muchos están sedientos de amor puro y verdadero, otros quieren una respuesta a sus sufrimientos.

Es difícil de entender. Hay mucho dolor en este mundo. Hay mucha angustia y desesperación.

La humanidad perece delante de la maldad.

En medio de esta tragedia resuenan las palabras de Cristo:

Y no queréis venir a mí para que tengáis vida.

Esto significa que todo hombre está muerto, sí, todo hombre está muerto. Las injusticias a las que asistimos son consecuencias de la muerte lenta e implacable que devora nuestra existencia. Un sabio dijo una vez: “todo hombre nace preñado de muerte”.

La muerte no viene de fuera. Se instala dentro de cada ser.

Nadie necesita buscar la vida si ya la tiene en su interior.

Existir no es vivir. El texto habla con mucha fuerza cuando afirma: “…no queréis venir a mí para tener vida”. Afirma que los hombres necesitan una vida que no tienen en sí mismos. Las personas no tienen vida, están muertas en sus pecados y delitos (Efesios 2.1). Pero Cristo dice: Oyentes míos, todos estamos muertos, si no hemos sido engendrados a una esperanza viva. Tenemos que entender esto.

Y es que la Escritura de principio a fin es un testigo y un testimonio de que Jesucristo es el Hijo eterno de Dios y la fuente de vida verdadera. Hoy tristemente la mayoría del mundo tiene la misma actitud que se descubrió en la generación incrédula que camino terrenalmente con Cristo – no están dispuestos a venir a Jesús para que puedan tener vida.

Por ello, el llamado a los creyentes es permanecer en Él, pero permancer en Él con lo que Él espera de nosotros: En Su amor, En Su bondad, En Su misericordia, En Su perdón y sirviéndole cada día con todo nuestro ser, pues permaneciendo asi, todo en Él podremos hacer, y seremos ramas frondosas de Su vid, llevando siempre fruto próspero para Su Reino.

Oración:

Te alabamos y te agradecemos Padre Celestial que nos hayas convencido de nuestro pecado y de la necesidad de Cristo para el perdón de los mismos y el galardón de la vida eterna… pero Señor hay muchos hoy en día que rechazan la verdad de las Escrituras y el testimonio de que Tú eres el Hijo eterno de Dios, que vino en sacrificio a redimirnos del pecado. Convence a muchos hoy de su necesidad de ti, Padre, te rogamos, y que antes de que sea demasiado tarde traigas a muchos al reino; en el nombre de Jesús, te lo pedimos, Amén.

Referencias Cruzadas de la Palabra de Cristo de Hoy:

Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. (Juan 14:23)

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