Posted by Palabras de Jesús:
Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad. (Mateo 23:28)
La gente hace cambios en su vida por muchas razones. A menudo esto ocurre cuando se enfrentan a una crisis en la vida. Puede ser un ataque al corazón o la pérdida de un cónyuge por muerte o divorcio. Puede ser alguna otra crisis que les golpee y les haga evaluar sus prioridades y hacer un balance de sus vidas. En otras palabras: se ven obligados a tomar decisiones.
Pero a menudo las mismas personas que prometen cambiar acaban volviendo a sus viejos hábitos. A veces oímos que los famosos han acudido a centros de rehabilitación para adictos a las drogas y han hecho grandes cambios. Cuentan sus historias en la televisión y en los libros. Pero luego, unos meses después, vuelven a sus viejos hábitos. ¿Por qué? Porque han hecho cambios morales en sus vidas, pero no han atacado la raíz del problema: la ausencia de Dios en sus vidas.
Jesús advirtió a los fariseos: “Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio.” (Mateo 23:26). Jesús les estaba diciendo que estaban perdiendo el foco cuando se centraban sólo en el exterior. Primero deberían ocuparse del interior.
El claro mandato dado a la iglesia de labios de Jesús mismo fue el de ir a este mundo y predicar el evangelio, porque cuando la gente realmente lo encuentre, cambiará su estilo de vida. Si, como creyentes, permitimos que otras cosas nos distraigan de esta vocación, también estamos perdiendo el foco. Como dijo Jesús: “Primero lava lo de dentro, […] y entonces lo de fuera también quedará limpio”.
Ahí es donde debemos centrar nuestros esfuerzos.
Oración:
Señor, que nunca me falte Tu presencia en mi vida, ni Tu guía para poder transformarme de adentro hacia afuera en el servidor que deseas que sea, siempre para honra y gloria de Tu Reino. En El Nombre de Jesús. Amén.
Referencias Cruzadas de la Palabra de Cristo de Hoy:
Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación. (Lucas 16:15)