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Palabra:
Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría. (Salmos 90:12)
El tiempo es un recurso precioso, y a menudo no parece abundar lo suficiente. Sin embargo, la verdad es que la forma en que usted invierte los minutos y horas que le han sido concedidos demuestra qué es lo más importante para usted.
Por ejemplo, considere esto. ¿Se deja distraer por esfuerzos innecesarios —diversiones que no tienen valor eterno— cuando el Señor le está llamando a cumplir sus propósitos más elevados? ¿Está usted escogiendo el entretenimiento por sobre conocer a Dios mediante su Palabra y la oración? ¿Pasa horas ponderando sus temores en lugar de agradeciéndole a Dios por todo lo que ha hecho y confiando en Él? ¿Invierte usted más tiempo quejándose de otros que ministrándoles?
El tiempo que tiene en verdad es limitado. Así que el Señor lo llama a rendirse a la sabiduría divina, invirtiendo su tiempo en esfuerzos que son dignos eternamente, tales como buscar a Dios y bendecir a otros. De modo que pregúntele: «Señor, ¿cómo puedo invertir mi vida de manera que te agrade?». Él le mostrará cómo emplear su tiempo con sabiduría si le escucha y le responde con obediencia.
Oración:
Señor, enséñame a invertir mis días de una manera que te honre. Gracias por hacer que mis minutos cuenten para la eternidad. En El Nombre de Jesús, Amén.