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Palabra:
Deléitate en el SEÑOR, y él te concederá los deseos de tu corazón. (Salmos 37:4)
Una promesa es solo tan buena como el carácter de quien la hace. Así que cuando se trata de su Padre celestial lleno de amor, no debería haber absolutamente duda alguna en cuanto a si el hará o no lo que dice. Usted puede contar con el hecho de que lo hará (Josué 21.45).
Sin embargo, Dios le llama a que se deleite en Él porque nada le dará satisfacción a su alma como estar cerca del Señor en comunión íntima. Al acercarse a Él, no solo le provee la sabiduría que necesita en cada paso, sino que también le in-dica cómo llevar a cabo su plan para su vida, incluyendo recibir las promesas que usted anhela.
Tenga la seguridad de que el Padre no le fallará. El deseo de su corazón puede tomar una forma diferente a lo que usted esperaba y aparecer de una manera que nunca imaginó, pero Dios cumplirá su Palabra. Y el Señor mismo será su gozo. Así que anímese, búsquelo fielmente, y recuérdese a menudo: «Ninguna palabra ha fallado de toda su buena promesa que hizo» (1 Reyes 8.56, LBLA).
Oración:
Señor, me deleito en ti. Ayúdame a mantenerme enfocado en ti como mi gozo y mi vida, confiando plenamente en que cumplirás tus promesas. En El Nombre de Jesús, Amén.