*
Palabra:
Por la mañana hazme saber de tu gran amor, porque en ti he puesto mi confianza. Señálame el camino que debo seguir, porque a ti elevo mi alma. (Salmos 143:8)
En nuestra sociedad moderna e instantánea, tendemos a saltar de uno cosa a otra, pero Dios nunca tiene prisa. Él nunca se detiene o se le acaba la paciencia Él tratará una cosa en particular en nosotros, y después Él nos dejará descansar por un tiempo, pero no demasiado tiempo. Pronto Él regresará y comenzará a obrar en otra cosa. Él continuará hasta que, uno por uno, nuestros nudos estén desatados.
Si a veces parece que no estás viendo ningún progreso, es porque el Señor está desatando los nudos uno a la vez. Deja que Su paciencia se desarrolle en ti, y tarde o temprano, verás la victoria en tu vida y experimentaras la libertad que has deseado durante tanto tiempo.
Oración:
Dios, mi confianza está puesta en Tu poder, el único capaz de desatar todos mis nudos y enderezar mi camino. Ayúdame a desarrollar constancia y paciencia mientras Tu obres continuamente en mi vida. En El Nombre de Jesús, Amén