*
Palabra:
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. (Isaías 41:10)
Por más que te golpee la vida no te entregues nunca, di una oración, pon tu esperanza al frente y arremete.
No te preocupes si en la batalla sufres alguna herida, es de esperar que algo así suceda. Junta los pedazos de tu esperanza, ármala de nuevo y vuelve a arremeter.
No importa lo que pase, no desmayes, sigue adelante. La vida es un desafío constante pero vale la pena aceptarlo.
Y sobre todo, nunca dejes de confiar en Dios, que ha prometido ayudarte siempre.
Oración:
Señor, cuando mis fuerzas estén por agotarse, bríndame las tuyas para seguir adelante. Que no olvide nunca, aún en la peor oscuridad, que Tu luz es más fuerte y que brillará siempre, por encima de cualquier problema. En El Nombre de Jesús, Amén.