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Palabra:
Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos. (Salmos 138:8)
A veces, la vida no parece justa. Usted ve a otros disfrutando de dádivas que anhela y se pregunta por qué Dios no le bendice también, en especial cuando las pruebas y las presiones aumentan. Usted pregunta: «Padre, ¿acaso no me amas? ¿Por qué no me ayudas?».
El dolor tal vez sea profundo: la incertidumbre, el rechazo, la pérdida e incluso la falta de respeto pueden destrozarle. Sin embargo, sepa que el Señor utiliza los retos en su vida para beneficiarle a usted y cumplir los propósitos divinos mayores.
Esto fue cierto para todos los santos en la Biblia. Abraham pasó décadas observando dolorosamente a los no creyentes tener hijos mientras que él no podía lograrlo, pero a la larga su descendencia llegó a ser una gran nación y persiste hasta el día de hoy. A José lo vendieron como esclavo y lo encerraron injustamente en la cárcel, pero Dios a la larga lo convirtió en segundo del faraón. Pablo fue azotado y enviado a prisión por dar testimonio de Cristo; sin embargo, sus palabras han animado a millones de creyentes a lo largo de toda la historia.
Así que no se desanime ni tema. Su Padre amoroso está usando esas circunstancias para fortalecer su fe, equipándole para un servicio mejor. Simplemente, siga confiando en Él y espere que de esta adversidad surjan grandes bendiciones.
Oración:
Señor, esta situación parece injusta, pero confío en tu voluntad para mi vida. Gracias por entrenarme. En El Nombre de Jesús, Amén.