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Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. (Salmos 46:1)
Por supuesto que Dios puede ayudarle y lo hará. No tiene que preocuparse por eso. Su responsabilidad es aferrarse al Padre con todo su corazón, mente, alma y fuerzas, independientemente de lo que suceda. En última instancia, Él proveerá lo que es absolutamente mejor para usted conforme le busca. Sin embargo, es muy importante que permanezca en la relación correcta con Él, de modo que incluso cuando no entienda por qué Dios permite ciertos retos en su vida, siga conectado a su amor, sabiduría y fuerza. Tener su poder ilimitado como respaldo será un consuelo constante para usted.
Cuando mantiene una relación personal firme e íntima con Dios, usted siempre tiene esperanza. Sin embargo, cuando acude a sus propios recursos, por supuesto que se vuelve vulnerable a la desesperanza; y cuando no cumple con las expectativas, su situación empeora.
Felizmente, el Señor nunca falla. Él puede manejar con facilidad cualquier problema que surja. Así que mantenga su enfoque en Él. Ciertamente, Él puede ayudarle y le ayudará hoy y todos los días.
Señor Dios, gracias por ser siempre mi ayuda y estar en todo momento presente. Tú nunca fallas, Padre, y te agradezco por esta oportunidad de confiar más en ti.
En su presencia… cuente con su provisión y fortaleza.