Posted by Pero de día mandará Jehová su misericordia,
Y de noche su cántico estará conmigo,
Y mi oración al Dios de mi vida.
Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí?
¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?
Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan,
Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?
¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío.
Salmos 42:8-11
Al estar desesperados, es difícil sentir la presencia del Señor. Las circunstancias parecen abrumar lo que ya sabemos: que su Espíritu Santo permanece en nosotros para siempre. Anhelamos ser conscientes de que se preocupa por nosotros, pero en nuestra angustia es fácil olvidar las maneras en que se nos da a conocer:
LAS SAGRADAS ESCRITURAS. El primer lugar al que debemos ir para encontrar al Señor es su Palabra. Sus instrucciones nos llevan a través de los valles oscuros, sus promesas dan esperanza y sus atributos brindan consuelo y seguridad.
EL CUIDADO PROVIDENCIAL DE DIOS. El Señor es soberano sobre todos los acontecimientos, y los utiliza para llevar a cabo sus planes para el mundo y para la vida de cada creyente. A medida que las circunstancias se desarrollen, descubra la mano de Dios en acción.
LA GUÍA DEL ESPÍRITU. El Espíritu Santo que mora en nosotros se manifiesta trayendo a nuestra mente los versículos de la Biblia que ofrecen aliento o dirección. Él también es nuestro Consolador, que está a nuestro lado durante las pruebas y nos ayuda a sobrellevarlas con paciencia.
Recuerde que Dios está cerca cuando usted esté en angustia o con su espíritu deshecho (Sal 34.18). Llámelo, diciendo: “Señor, te necesito”.