“Tened fe en Dios.” (Marcos 11:22)
Se cuenta que en las catacumbas los exploradores llevan un hilo consigo a tra-
vés de los pasadizos oscuros y los tortuosos recodos y por medio de este hilo
encuentran su camino de regreso a la luz. Hay un hilo semejante que corre a
través de todos los pasillos oscuros que nosotros recorremos; y si confiamos
en Dios de una manera práctica y sencilla, evitaremos todos los peligros y arri-
baremos al mundo de la luz. Este es el consejo que debemos recordar en todas
las perplejidades de nuestra vida presente. Hay una respuesta para cada “¿Por
qué?” Es ésta: Tened fe en Dios.
¡Tened fe en que Él nos conoce a todos, se compadece de todos, puede corregir lo
que está mal en todos! Tened fe en el resultado de su propósito benéfico: que las
ruinas se convertirán en edificios magníficos; que el desierto florecerá para ser
un jardín. Tened fe en Dios. Permanezcamos cerca de Él, a su lado, en su volun-
tad, y Él nos enseñará lo que es verdadero, el camino recto. Tened fe en que
Dios sabe y en que nosotros sabremos dentro de poco por qué las cosas son
como son.