Reflexión #135: Resbalones y Caídas

Posted by

Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos. (1 Corintios 16:13)

De vez en cuando voy caminando por ahí, pensando en mis cosas. De pronto, me tropiezo, me resbalo y ¡bum!, termino en el suelo sin estar seguro de cómo pasó. Es muy fácil llegar a estar tan consumido con la verdadera «caída», que no nos preguntamos qué fue lo que la provocó, en primer lugar. He aprendido que el descubrir por qué me caí puede ser muy valioso. Si puedo entender cómo fui a parar en el sitio que estoy, entonces tengo mayor oportunidad de prevenir una caída futura. Hay un viejo refrán que dice: «No mires dónde te caíste, sino dónde te resbalaste».

A veces los resbalones pueden realmente prevenir que nos caigamos, pues nos hacen prestar atención al camino y a lo que ocurre a nuestro alrededor. Y cuando uso aquí la palabra resbalones no me estoy refiriendo a una recaída. En realidad, la recaída es la caída en sí. Tomarse un trago, mirar pornografía en la Internet, involucrarse en otra relación enfermiza, etc., estas acciones son la verdadera caída.

Entonces, prestemos mayor atención a los resbalones, y si terminamos cayéndonos, no debemos desalentarnos. En lugar de eso, vamos a levantarnos y seguir adelante. Y sobre todo, no debemos tratar de hacerlo solos. Debemos confesarles la caída al Señor y al equipo de rendición de cuentas. Ellos nos ayudarán a restaurarnos.

Dios Padre, gracias por concederme tu perdón cuando caigo y por traer personas a mi vida que me ayudan a ponerme en pie e intentarlo otra vez.