Muchas veces Dios permite que nuestras vidas sean fuertemente sacudidas, para luego cambiarlas y reordenarlas, a fin de llevarnos a donde tenemos que estar.

Just another WordPress site
Muchas veces Dios permite que nuestras vidas sean fuertemente sacudidas, para luego cambiarlas y reordenarlas, a fin de llevarnos a donde tenemos que estar.