Encuentros con Jesús 152 de 365: Vencer la preocupación

Posted by

Palabras de Jesús:

¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? (Mateo 6:27)

Un amigo mío, que es médico, me dijo que existe una enfermedad llamada cardiomiopatía de Takotsuba, más conocida como síndrome del corazón roto.

Las malas noticias repentinas, como la muerte de un ser querido o algún otro acontecimiento traumático, pueden provocar miedo, temor y ansiedad. Cuando nos abruman, la punta de nuestro corazón aumenta inmediatamente y puede provocar depresión, dolor en el pecho, insuficiencia cardíaca o incluso la muerte.

Así que la preocupación puede acortar realmente nuestras vidas. A veces, incluso podemos pensar que preocuparse es una virtud, pero no lo es. La preocupación no resuelve los problemas; simplemente crea otros nuevos. La preocupación no alarga la vida; sólo complica nuestro avance en el plan que Dios ha diseñado para nosotros.

En el versículo de hoy Jesús nos enseña: no podemos agregar un codo, es decir una medida más, a nuestra altura física por preocuparnos. Sin embargo, nos preocupamos, nos preocupamos y nos preocupamos un poco más, lo que no nos lleva a ninguna parte, todo lo contrario coloca una barrera entre nosotros y la Paz que el Señor quiere entregarnos.

Es increíble que la preocupación puede cegar a personas hasta sin alguna necesidad aparente, es decir hacernos crear cosas por las que preocuparnos. El otro día leí un artículo sobre varios multimillonarios que intentan encontrar una cura para el envejecimiento. Un multimillonario quiere tener un microchip conectado a su cerebro.

Mientras tanto, otros multimillonarios se hacen transfusiones de sangre de personas sanas de entre 16 y 25 años, creyendo que así revertirán el proceso de envejecimiento.

Estas cosas no prolongarán nuestra vida. Dios determina la fecha de nuestro nacimiento y la fecha de nuestra muerte. Pero si somos responsables de lo que ocurre en el medio. Alguien ha señalado sabiamente que “la vida no se mide por su duración, sino por su entrega”.

No te preocupes tanto, deja al Padre Celestial todas Tus cargas y aprópiate de Su paz y tampoco busques cosas por las que preocuparte como el tiempo que vas a vivir. En cambio, piensa en cómo estás viviendo, y como estás sirviendo a Dios, pues cada mañana Él deposita 1.440 minutos en tu banco de tiempo. Tú eliges cómo pasar esos minutos. Piensa en lo que has hecho con este precioso bien llamado tiempo, que El Señor en su misericordia ,nos regala a cada uno cada día, y, úsando ese tiempo sabiamente para Dios, verás como dejas fuera a la preocupación.

Oración:

Señor, mi preocupación realmente no logra nada, así que lo dejo atrás. Estoy tan agradecido que puedes arreglar lo que yo no puedo ¡Me calmas y me animas!. Gracias Padre, por bendecirme con Tu presencia y con Tu paz mientras camino de Tu mano. Que esa presencia gloriosa no se aparte nunca de mi vida. En El Nombre de Jesús. Amén

Referencias Cruzadas de la Palabra de Cristo de Hoy:

Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal. (Mateo 6:34)

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *