He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos. (Lucas 10:19-20)
Las Palabras de Jesús son una interpelación y afirmación sobre lo que es realmente importante. El ejercicio del poder sobrenatural impresiona hombres. Expulsar a los demonios o resistir los ataques del enemigo llaman nuestra atención. Sin embargo, para Dios la maravilla infinitamente mayor es la salvación de un alma. Entre todos los milagros que Dios puede hacer, éste sólo lo hace con la cooperación del hombre. Esta maravilla depende de una relación personal con EL Señor.
Como nos recordaba el predicador americano Fred Craddock en su comentario sobre Lucas, “Nuestra mayor alegría debe ser, no que tengamos ciertos dones o habilidades, sino, que Dios nos ha recibido y aceptado, que nuestros nombres están inscritos en el cielo”.
Esta alegría es mayor porque es la mayor prueba del amor de Dios a través de Jesús. Y esta alegría durará toda la eternidad. Que midamos todas las demás alegrías de nuestra vida por ésta.
Oración:
Dios, Padre gracias por la sabiduría que nos legaste en Tu palabra mediante Jesucristo. ¿Cómo nos habrías persuadido de tu amor tan grande por nosotros si no fuera por Jesús? Que la alegría de nuestra salvación sea restaurada por estas palabras que hoy medito. Que nunca olvidemos que una relación genuina y personal contigo es el mayor regalo que se pueda recibir. Y todo ello nos lo has entregado por medio de Jesús. Gracias por un amor tan grande, que sobrepasa nuestro entendimiento. En el nombre Jesús, Te oro, Señor. Amén.
Referencias Cruzadas de la Palabra de Cristo de Hoy:
Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. (Juan 15:11)