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Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos. (Juan 10:28-30)

No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. (Lucas 12:32)

Dios siempre cumple sus promesas, y él es quien los llamó a vivir en unión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor. (1 Corintios 1:9)

Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas. (Salmos 126:5-6)

Despierta y habla con Dios, con esta hermosa oración para el día de mañana, sí, porque Él es quien te ha dado la bendición de poder ver un nuevo amanecer.