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Señor, Hoy vengo turbado ante ti para recibir de ti el descanso que tanto mi alma necesita.

Mientras más difícil se haga el camino, Dios multiplicará mis fuerzas y mientras más fuertes se hagan mis pruebas, más grande será mi victoria.

Te daré fuerzas, estaré contigo, Te haré descansar, nunca te desampararé, Te proveeré, Te responderé y Te bendeciré.

No quiero empezar la semana con el pie derecho, sino con los dos pies firmes

Bienaventurado el varón que soporta la tentación

Saber que el Señor nos guiará todos los días da seguridad, pero no debemos aferrarnos tanto a nuestros planes como para oponernos a su tiempo y sus caminos.

La Fe mueve montañas.