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Palabra:
“Desde la angustia invoqué a JAH, Y me respondió JAH, poniéndome en lugar espacioso. Jehová está conmigo; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre” (Salmos 118:5-6)
En el versículo de hoy, vemos la sabiduría del reconocimiento de Dios como la guía precisa que el creyente requiere. El salmista no temía a nada con el Señor a su lado; así el hecho de ser puesto “en un lugar espacioso” era saberse por fe junto a Dios, en cualquier momento y lugar.
Debemos aprender a escuchar al Señor teniendo afinados cada sentido, para reconocer su voz a través de nuestro corazón, espíritu, mente e incluso nuestro cuerpo.
Recuerda, escuchar a Dios, es escucharlo en sus términos y no en los nuestros. Aguarda su voz en el silencio, encuéntralo en la calma, en la oración, en la reflexión profunda.
Detente un momento el día de hoy y prepárate para escuchar al Señor.
Oración:
Señor, ponme en un lugar espacioso, en el que me encuentre día a día junto a ti para aprender a escucharte. Un lugar maravilloso donde habitar y en el que todos como hermanos, estemos invitados a vivir en Ti. En El Nombre de Jesús, Amén