En manos de Dios aprendí a defenderme sin utilizar la venganza. Aprendí a perdonar sin guardar rencor, porque antes de eso aprendí a dejarlo todo en manos de Dios.

Just another WordPress site
En manos de Dios aprendí a defenderme sin utilizar la venganza. Aprendí a perdonar sin guardar rencor, porque antes de eso aprendí a dejarlo todo en manos de Dios.