“Por nada andéis ansiosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.”
(Filipenses 4:6)
1 – No esté ansioso por nada, ¡ni siquiera por recibir el Espíritu Santo!
2 – Preséntele su petición a Dios, sea a través de la oración o a través de la sú-
plica.
3 – Aguarde, espere y crea sin reclamar de sí mismo y de Dios la respuesta.
4 – Dados estos tres pasos, manifieste su fe. Imagínese respondido. Dele gra-
cias a Dios, alabe Su Nombre, en fin, manténgase en un estado alegre como quien
ya recibió el pedido.
Si usted hace su parte, el Señor Jesús hará la de Él.
Si no lo hace ahora, lo hará dentro de poco.
Si no lo hace dentro de poco; lo hará más tarde…
Si no lo hace más tarde u hoy, lo hará mañana…
Si no lo hace mañana, lo hará pasado mañana…
Manténgase en este ritmo de espera confiado.
Mientras tanto, las ansiedades, las preocupaciones y los miedos desaparecerán.
¡Usted no tiene idea de lo rápido que se realizará su sueño!
Siga estos pasos y tenga la vida realizada, ¡en el Nombre del Señor Jesucristo!